martes, 13 de mayo de 2008

¿Parejas, relaciones?




La pareja es una nebulosa que parece abastecerlos de todo lo que necesitan y, sin desmedro del placer de lograr una pareja compenetrada, estas renuncias pasarán factura; más tarde o más temprano. Involucrarte con el otro al punto de dejar tu mundo es el camino más breve y directo hacia la pérdida de tu identidad.



Comienzas cancelando una cita con un amigo, dejando de ir al gimnasio o cambiándote al que ella suele ir ,luego son tus pasatiempos e intereses los que van arrumbándose en algún distante y no visible rincón de tu casa?o de tu vida-y de pronto hasta puedes descubrirte concentrado en sus intereses y preferencias aunque estas no hayan formado parte de tu vida alguna vez;antes:cuando tú eras tú.



Estos abandonos progresivos tienen consecuencias que representan un precio muy alto en tu vida: en principio porque te desdibujas, te pierdes de ti mismo, confundes el afianzar una relación con vaciarte de contenido propio y, si lo pensamos en el contexto de la pareja, lo que ocurrirá es que dejarás de ser la persona de la que tu pareja se enamoró para pasar a hacer una extensión de si mismo; es muy probable que cuando te mire se vea más a si mismo que a ti.



Tú ya no serás quien fuiste, no serás esa persona que la enamoró con sus características, ideas, sueños y proyectos.



Y si estos cambios ocurrieron a instancias de tu pareja con propuestas para que cambies de peinado, o de perfume, o dejes de estudiar lo que estudias, o te olvides de la horrible música que te fascina; es probable que ambos hayáis equivocado "la pareja".



No hablo del comienzo de una pareja, tiempo en el que ambos necesitan más tiempo para compartir, acariciarse, jugar e ir acomodándose y descubriéndose; el uno al otro; me refiero a cuando el tiempo ya ha pasado y uno de los dos ha ido cediendo su espacio, tiempo, vínculos afectivos exteriores a la pareja e intereses a las propuestas del otro.



Enamorarse es uno de los estados más hermosos por los que una persona puede atravesar y,para algunas personas,tiene validez el vínculo siempre;no sólo durante el primer tiempo de la pasión y su necesidad de inmediatez. Para quienes validan la relación con otra persona y tienen intenciones de perpetuarla es fundamental no perder de vista la individualidad y,aún,el hecho de que existe la posibilidad de que, alguna vez, ese vínculo se acabe.



Una pareja que no sostiene sus áreas personales y que no se dan el espacio para pensar en su separación tiene menos posibilidades de un buen vínculo y,en caso de ocurrir,de tener una buena separación.



Hay situaciones que la pueden apagar y están básicamente referidas a la pérdida de la individualidad, a la ausencia de espacios individuales. Sostener una pareja está directamente relacionado con el sostenerse a uno mismo. La fusión de los integrantes de una pareja es un camino cortísimo hacia una relación que se apaga; que se ahoga en su monotonía:mirarse ambos al mismo espejo.



Compartir con la pareja es algo excelente pero no con exclusividad. Tener actividades por separado, algunos amigos también; incluso suelo proponer a las parejas ? a modo de recuperar la memoria de cuando era dos personas-que cada uno se busque un espacio dentro de la casa que le sea propio y si tienen posibilidades una habitación propia donde poder estar cuando llegan esos momentos en que necesitan soledad.



Se trata de encontrar un espacio que les pertenezca exclusivamente, al menos en determinados momentos. (Y, al menos, en un comienzo; ya que se espera que el primer espacio abra aquellas puertas que han estado cerradas hasta ese momento). Un espacio propio dentro de la casa es un rincón para el alivio, para el desahogo, es el preludio de una cierta libertad pero quedando claro que la soledad de uno no es contra el otro. Es para uno, para una.



Hablamos de pareja y de individualidad. Hablamos de compartir tiempos y espacios y de tener tiempos y espacios individuales, independientes; hablamos de que la pareja no anule tu existencia anterior; porque la has tenido, por desgracia [...]




1 comentario:

lagartija al sol dijo...

Al fin abres los ojos, y como prometido aquí seguimos los de siempre.

Una sola frase: "El amor es una quimera como otra cualquiera. Con efectos positivos o negativos. Retorcida enredadera"

Se que no compartes mi opinión, es lo que me gusta de la minoría, tenemos ideas solo nuestras jejeje

BSS